lunes, 5 de enero de 2009

Vuelta a las andadas

Dos o tres semanas sin entradizar; coño, estamos de fiestas, tengo vida propia. Ademas nada me ha sacado de quicio ultimamente. Ya empece a asumir la estupidez ajena. Y digo empece porque siempre que creo que no se puede ser mas idiota, el ser humano me sorprende. Como raza, siempre progresamos. Sigo en serias dudas de si a mejor o a peor, pero progresamos.

El comienzo de año ha sido bastante aburrido. Pum, pum, pum, fuegos artificiales por todas partes, una cantidad excesiva de borrachos y drogados, y yo que no pude dormir hasta las 6 de la mañana. Insomnio total, viva. Justo lo que necesito para estar de buen humor, ¡insomnio! luego ponme a las 11 del primer puto dia del año una orquestilla de poca monta tocando 40 clasicos de ayer y 20 exitos del verano y toma toma ya, felicidad en estado puro corriendo por mis venas. ¡Cabrones! ¿No digo que los jovenes con medio cerebro somos ciudadanos de octava clase, justo por encima de los vagabundos? Con todo mi respeto a estos, por cierto. Todos podemos tener un golpe de mala suerte en la vida.

Me tomo una semanita recuperarme. Y calmar mis ansias asesinas, de paso. Ah, nada como pegarte un par de dias viendo Lonely Planet, con chocolate caliente y donuts.

Modo berseker aparte, por lo menos, los colegas han estado ahi. En mi casa impera el buen rollo, como dice uno de ellos. Y como esta es la primera entrada del año, la hago mas que nada por mantener el blog en semiactivo, no ha pasado nada muy importante para ser reseñado, asi que hoy no habra corrosivos panfletos antisociales, (todo se andara, lo digo) ni un texto para animar al projimo. Porque hoy no me sale de las teclas, nunca mejor dicho. Y asi, niños, es como yo aprendo que no necesitas estar hastiado, cabreado o triste para mandar al projimo en masa, al carajo. Solo necesitas tener ganas.

No hay comentarios: