Se te mete en los huesos. El sonido de mi propia respiracion, cadencioso, intranquilo, a la vez que doy lentos y cautos pasos sobre el suelo, que produce ese sonido licuado y pegajoso, susurrante. Chirria el oxido que baña las puertas, los radios de las ruedas y las paredes, pues no me atrevo a mirar al techo.

¿Esos suaves crujidos son los insectos? ¿Es la madera podrida, desmoronandose? ¿Es el peso de mi cuerpo sobre el piso que camino? No quiero quedarme quieto a descubrirlo.

Que lejos parece que queda la luz. Las viejas bombillas que cuelgan no llegan siquiera a titilar, solo brillan a medias, cubriendo la oscuridad en un manto de penumbra eterna.

Los gemidos se oyen cada vez mas fuerte. Estrangulados, sordos, pero inquietantemente cercanos. No puedo retroceder. Debo seguir adelante. Mi corazon late cada vez mas fuertemente.

El miedo es todo lo que existe aqui, en este terrible lugar. Se que esta en alguna parte, muy cerca, y que acabara por encontrarme. Y cuando por fin me encuentre, todo habra acabado.

Todo habra acabado... para los dos.

En este otro mundo, donde lo oscuro inunda el cielo, donde no hay salida.

(Me dio la paranoia, nunca mejor dicho. Voy a por la Torazina.)

Pandemic 2

¿Habra algo mas divertido en la Tierra que ser una enfermedad y arrasar toda la humanidad sin dejar ni a uno? Si, definitivamente, es descojonciante, y esta inolvidable actividad es la que retrata el flash-game /molon Pandemic 2, el juego en el que eres una epidemia. Es un mundo divertidisimo el del Pandemic 2: de Rusia para abajo es el Medio Este de Europa y al carajo, no se mataron poniendo los nombres, se ve, y ademas, vivir en Madagascar parece increiblemente rentable si te pones a pensar que cierran el puerto cuando se dan cuenta de que hay un tio en Canada estornudando...

Y para una vez que logro infectarlos, encuentran una vacuna y me joden el invento. Es mas complicado de lo que parece. Se trata de una mezcla de estrategia y suerte. Los juegos mas adictivos no se compran, ni son tan complicados. ¿Alguien se acuerda del Duke Nukem 3D? En su momento era una obra magna de la tecnologia, pero hoy dia es infinitamente mas util, ¡para echarse unas risas! Al igual que el Doom, por ejemplo. Diversion asegurada con monstruos deformes y cabrones que aparecen justo delante tuyo con la sana intencion de joderte el corazon de un susto. Y armas semiautomaticas con pinta de arcabuces de la Edad Media, que por cierto, disparan unos pepinazos de aupa. Yo me pregunto que guerras pierdes con un arma como esa.

Y los minijuegos de habilidad de romper cosas. Quien no ha tenido un Columns, un 4 Elements, etc? Compadezco al /a la que no haya jugado a alguno de estos. Es una de las grandes experiencias que te tienen enganchado a un joystick de esos antiquisimos hasta que te duelen los dedos, a un simple teclado USB o al mando de una XBox 360 a la que le has encajado un cartucho recopilatorio de juegos antiguos...

Y nosotros matandonos por comprar una Play 3 a casi 400 euros para que te venga sin juegos y los que te interesan los tengas que esperar hasta dentro de 2 años o asi o vendiendo un riñon para ganarte de potra por Ebay una tarjeta grafica para que el mes que viene salga una mejor y te rebajen esta a la cuarta parte. Como se suele decir, el ser humano come mas con los ojos que con las manos, olvidandose del Pandemic 2, el juego en el que eres una enfermedad letal que intenta destruir a la humanidad. Como mola.

(Y luego me decian que no podia escribir una entrada del Pandemic 2. Que no? Jeh...)

Vuelta a las andadas

Dos o tres semanas sin entradizar; coño, estamos de fiestas, tengo vida propia. Ademas nada me ha sacado de quicio ultimamente. Ya empece a asumir la estupidez ajena. Y digo empece porque siempre que creo que no se puede ser mas idiota, el ser humano me sorprende. Como raza, siempre progresamos. Sigo en serias dudas de si a mejor o a peor, pero progresamos.

El comienzo de año ha sido bastante aburrido. Pum, pum, pum, fuegos artificiales por todas partes, una cantidad excesiva de borrachos y drogados, y yo que no pude dormir hasta las 6 de la mañana. Insomnio total, viva. Justo lo que necesito para estar de buen humor, ¡insomnio! luego ponme a las 11 del primer puto dia del año una orquestilla de poca monta tocando 40 clasicos de ayer y 20 exitos del verano y toma toma ya, felicidad en estado puro corriendo por mis venas. ¡Cabrones! ¿No digo que los jovenes con medio cerebro somos ciudadanos de octava clase, justo por encima de los vagabundos? Con todo mi respeto a estos, por cierto. Todos podemos tener un golpe de mala suerte en la vida.

Me tomo una semanita recuperarme. Y calmar mis ansias asesinas, de paso. Ah, nada como pegarte un par de dias viendo Lonely Planet, con chocolate caliente y donuts.

Modo berseker aparte, por lo menos, los colegas han estado ahi. En mi casa impera el buen rollo, como dice uno de ellos. Y como esta es la primera entrada del año, la hago mas que nada por mantener el blog en semiactivo, no ha pasado nada muy importante para ser reseñado, asi que hoy no habra corrosivos panfletos antisociales, (todo se andara, lo digo) ni un texto para animar al projimo. Porque hoy no me sale de las teclas, nunca mejor dicho. Y asi, niños, es como yo aprendo que no necesitas estar hastiado, cabreado o triste para mandar al projimo en masa, al carajo. Solo necesitas tener ganas.